Los Comunos
- Mintia no sabes lo que me ha pasado!!!
- No me lo digas, has visto mi muñeca!!
- ¿Tu muñeca?
- Entonces no me lo cuentes
- Estaba con mi mamá en el supermercado y cuando volvíamos en coche hemos pasado por una tienda donde pagas sin salir del coche!!
- ¿Sí?, ¿y porqué mi papá no me ha llevado?
- No lo se, pero escucha, lo mejor es que cuando nos íbamos, de un muñeco gigante ha salido una voz finísima que decía
gracias por comprar nuestros productos. Me daba la sensación de que dentro de ese muñeco había alguien
- ¿No lo sabes? son los Comunos, todos los conocen.
- ¿Sí? Lo sabia!! ¿y quienes son?
- Los llaman así porque vienen del planeta Comunia, y son una raza diferente a los humanos, todos se conocen, cuidan unos de otros y además no se trabaja porque la comida les es dada de forma natural y sin necesidad de dedicarle horas al día para poder alimentarse. Todos son felices salvo en un aspecto.
- ¿En cual? Sabes que no me gusta quedarme a medias
- Pues justamente eso, que no hay trabajo. Todos están hartos de pensar y de hablar, precisamente por eso se conocen, son millones de habitantes pero podrían hablarte de cualquiera de ellos hasta del color de calcetines que les gusta.
- Woow!!! Sabiendo tanto podrían escribir un libro muy gordo.
- Y tan gordo, solo que sería aburrido, porque no hay tantos colores de calcetines como personas en ese planeta, así que repetiría lo mismo en cada hoja. Cientos de comunos prefieren el color rojo para salir por la noche, miles de comunas prefieren el verde, a juego con el color de su piel
- ¿Verde? Que divertido, me gustaría ver uno.
- No puedes porque los comunos que vienen a la Tierra, se dedican todo el día a trabajar, como se aburren tanto en su planeta. Por ejemplo, los que trabajan en el muñeco de la tienda de comida, seguramente cada uno se encarga de una parte del muñeco, unos limpian las paredes, otros dicen los mensajes a los que compran, otros atornillan los tornillos y arreglan posibles desarreglos, todos son imprescindibles, así que no tienen tiempo para hablar contigo.
- Bueno, la próxima vez que vaya con mi mamá, estaré atento y aunque no me hablen, les diré algo en voz bajita para que nadie sepa lo que hago, así tal vez me saluden desde dentro.
- Pierdes el tiempo, los comunos tienen mal humor y no saben relacionarse salvo con los de su especie.
- Pues me pintaré de verde!!!
- ¿Cómo vas a pintarte de verde? Si no sabes distinguir ni los colores.
- Bueno, mi madre dice siempre que hay que volver a pintar de verde las ventanas, solo tengo que abrir el único bote de pintura que tenemos en el garaje y pintarme.
- Estás loco
- Si, pero seré el primer niño del mundo en hablar con los comunos.
- Eso será si no lo hago yo primero
- ¿Qué?
- Nada, nada
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