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Palabras prohibidas en boca de niños

Capítulo 2: La imprenta, los Hornbooks y los Chapbooks

Capítulo 2: La imprenta, los Hornbooks y los Chapbooks

Johann Gutenberg, tras largos años de trabajo en su proyecto, inventó la imprenta (1456) a partir del modelo tradicional de China.
Esta máquina se fue extendiendo progresivamente por todo el mundo, sin embargo la imprenta todavía tardaría varios años en ser objeto de uso masivo para la producción de libros infantiles.

En esta época se veía claramente la diferencia que existía entre los niños de la nobleza y los niños del pueblo, puesto que la cultura estaba restringida solamente para las capas mas elevadas de la sociedad.

Para los pequeños príncipes, llamados delfines, se redactaron tratados de moral, de urbanidad, de política y filosofía, con el fin de preservar la ideología de clase dominante. También existían algunos tratados religiosos como “Florecillas de San Francisco” donde se mostraba la vida ejemplar del santo y sus milagros, apareció de forma anónima en Italia a finales del S.XIV.

Todos estos tratados de moral coexistían con la literatura oral extendida sobre todo en las capas más humildes de la sociedad.

- En el norte de Europa se escuchaban las sagas nórdicas llenas de aventuras y fantasía.
- En la península Ibérica, se oían relatos de navegantes y crónicas del Nuevo Mundo donde se hablaban de maravillas, curiosidades y rarezas.
- En el mundo anglosajón, las leyendas del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda, donde se hablaba de héroes capaces de ganar una pelea o una batalla en las condiciones más adversas.


Fue en Inglaterra donde William Caxton tradujo y publicó en 1484 las Fábulas de Esopo junto con unos grabados de madera.
También publicó:

- Libros de caballería
- Hornbooks: cartillas pedagógicas donde en una hoja y protegidos por una lámina transparente, mostraban los números o el alfabeto.
- Chapbooks: libros de bajo coste y editados sin demasiado encanto, reproducían algún cuento, romance o balada.

Este tipo de formato tuvo su momento álgido en el S.XVII y los encargados de extender estas obras fueron los buhoneros y vendedores ambulantes que viajaban de aldea en aldea. Estas obras eran rechazadas por religiosos y educadores que preferían las lecturas de santos. Esta ola de puritanismo llevó a multiplicar las obras moralistas.

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