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Palabras prohibidas en boca de niños

Vigilantes nocturnos

Vigilantes nocturnos

- He leído en un libro de cuentos, que los barcos se guían por la noche gracias a un faro gigante que hay en la playa.
- ¿Qué es un faro?
- Una torre muy alta donde en lo más alto de todo, encienden un fuego que ilumina a los barcos para que no se choquen contra la playa.
- ¿y porqué no lo vemos nosotros si vivimos cerca de la playa?
- ¿Alguna vez te has levantado por la noche para ver si está encendido?
- Tienes razón, esta noche intentaré no dormirme para verlo.
- Eres un dormilón, así que seguro que pasarán los años y seguirás sin comprobarlo.
- Pero no lo entiendo, un solo faro para todos los países es poquito, solo sirve para que no se choquen contra nuestra playa.
- Entonces todos los países deben de tener uno.
- Pero uno sigue siendo poco, porque con uno te aseguras de que no choquen contra una playa, pero existen muchas playas.
- Pues entonces ha de haber muchos, porque sino no tendría sentido que hicieran uno solo, porque la gente protestaría por no tener uno en su playa favorita.
- Además, si hace mucho viento el fuego se apaga, o si llueve…
- Bobo, en lo alto de la torre el fuego está dentro, con paredes de cristal.
- Pero si esta cerrado, el fuego se apaga.
- Pues tendrá rendijas.
- Y si hay rendijas, el aire lo puede apagar.
- Pero son rendijas muy pequeñas!!
- ¿cuánto de pequeñas?
- Como un dedo mío.
- ¿Y cuando vinieron a tu casa a medirte el dedo?
- Mi mamá me contó que cuando nací midieron mi dedo y desde entonces, todos los faros tienen rendijas tan anchas como mi dedo.
- Me estas mintiendo Mintia, te conozco.
- Mira enano!! Si no lo crees ves a verlo con tu mamá que tanto quieres.
- ¿Qué tu no quieres a tu mamá?
- Siempre que me cuide, si.
- ¿acaso no te cuida?
- Eso no te importa!! Además que estamos hablando de los faros y me sales con que si quiero a mi mamá… no se puede hablar contigo, hablamos de juguetes y me sales con cuchillos.
- ¿Cuándo hemos hablado de cuchillos?
- Mira, mejor no hablemos de nada, ya se me han quitado las ganas de ver un faro.
- Pues yo pienso ir a ver uno, ahora que me lo has explicado, me gustaría ir una noche y quedarme vigilando los barcos, y estar calentito cerca del fuego.
- Pero el fuego es tan grande que te quemarías.
- Bueno, siempre se puede hacer un fuego más pequeño junto al faro.
- Tienes soluciones siempre para todo, por eso eres tan feliz, te conformas con muy poco.
- Tu también tienes las soluciones, solo que algunas veces te cuesta admitirlo. Además que no creo que quedarme una noche junto al faro sea quedarme con poco, sino conseguir estar lo mas cerca posible del faro.
- Mira, visto así tiene sentido… si algún día vas, me voy contigo.

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