Colores
- ¿Puedo decirte algo Mintia?
- Depende
¿es malo para mi?
- Un poco si
- ¿Qué?!! Dimelo!!
- Estaba jugando con tu perrito de peluche y sin querer le he arrancado una oreja
- ¿y se puede saber que has hecho para dejar medio sordo a mi Rodolfo? Mas te vale que sea algo importante si no quieres quedarte sin tu oreja
- Verás
estaba haciendo un experimento, ayer estaba pensando que los peluches tienen que tener alma, como los humanos y los animales, así que pensaba que si le hacía un agujero a un peluche, vería si tiene alma o no la tiene.
- ¿Estás loco?!!! Además, el alma es algo que no se ve, está ahí dentro de nosotros, pero no se ve
- Yo estoy seguro de que se ve, mi papá me dijo el otro día que los que hacían las guerras tienen el alma negra, así que nosotros que somos buenos, debemos tenerla blanca.
- Pero si tuviéramos el alma de colores, de algún modo podríamos verlo y no habrían tantos problemas. Imagínate, los de color blanco irían todos juntos, los de color negro también, y así con todos los colores.
- Te equivocas, si cada color solo fuera con el suyo, los de un color se meterían con el otro y se iniciaría una guerra de colores, creo que es mejor que estemos todos mezclados.
- Pues si piensas que es mejor así, ¿no crees que es mejor no saber de que color es cada uno?, porque así es cuestión de conocer mucho a la gente para saber de que color son.
- Ahora que lo dices, tienes razón, mejor no saber de que color es cada uno, seguro que más de una vez nos llevaríamos un disgusto
- ¡¡¡Siempre consigues despistarme¡¡¡ Aun no me has dicho como sin querer me has roto a mi Rodolfo
- Veras
cogí las tijeras que tenía tu mamá en el salón y me acerqué por detrás, por si Rodolfo realmente tenía alma y me veía
cuando llegó el momento
ZAS!!! Le corte la puntita de la oreja y apunté mi ojo hacia el interior del agujero.
- ¿y? no dejes la historia a medias, confiesa!!
- Pues que lo veía todo negro Mintia, todo negro!!! ¿Cómo no iba a castigar a Rodolfo si era negro? Entonces lleno de rabia y sin pensarlo
le corté la oreja entera, como castigo por tener un alma negra, pero ahora me sabe mal
- ¿A que adivino porque?
- Cuando le corté la oreja, pude ver que por dentro estaba relleno de algo blanco
el agujero era tan pequeño que no tenía suficiente luz y no pude ver el interior, Rodolfo no se merece tener media oreja
- Media no, una. Que tenía dos
aun tienes mucho que aprender mi pequeño Ciro, espero que todo lo que ha pasado hoy te sirva para aprender una gran lección.
- Mmmm
si me lo explicas creo que entenderé mejor lo que quieres decir.
- Primero, nunca más vuelvas a intentar experimentar con mis muñecos a no ser que quieras morir, segundo, antes de mirar dentro de alguien, espera a que se encienda una luz, y último, mejor que no sepamos de que color es cada uno, porque sino ya sabes lo que pasa
- Guerra de colores!!!!
- Exacto, así que no trates de cortar la oreja más bonita del mundo a tu buena amiga Mintia, porque no conseguirás nada bueno. Anda, vamos a decirle a mi madre que junte la oreja que has cortado con mi Rodolfo, que más de una vez he roto yo también algún peluche
- ¿Y no te enfadas conmigo?
- No mucho, no me acordaba ni de que lo tenía, tengo tantos
- ¿Sabes? Creo que cada uno tenemos un alma, pero que cambia de color constantemente, hay días en los que estoy seguro de que tu debes tenerla negra, pero en cambio, días como hoy tienes que tenerla blanca como la nieve.
- Prefiero pensar que has dicho algo bonito
- Y lo he dicho
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