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Palabras prohibidas en boca de niños

Fantasmas...

- Con tanta oscuridad Mintia, me da miedo estar debajo de la mesa.
- Calla y escúchame, pues la historia que voy a contarte habla de un misterio sin resolver…
- Si empiezas así vas a darme más miedo todavía.
- Shh!! Todo comenzó en lo alto de un castillo, donde nadie se atrevía a subir. Decían los dueños que se escuchaban ruidos de cadenas por las noches, golpeando los escalones que descendían hasta el segundo piso. Luego los ruidos iban acercándose lentamente a las habitaciones, y se quedaban dando golpes a la puerta durante la noche.
- Mintia… para si no quieres que me ponga a gritar…
- Un buen día… las cadenas comenzaron a escucharse más fuertes que de costumbre…bajaban rápidamente por la escalera de caracol hasta llegar como siempre al segundo piso, solo que esta vez no llegaron a la habitación de los padres… los gritos de sus hijos lo explicaban todo, les habían raptado.
- ¿Y que paso?
- Los padres no pudieron mover ni un solo dedo, porque mientras escuchaban los gritos, la sabana con la que dormían se levantó en el aire y se transformó en un fantasma siniestro, con enormes ojos y una voz que no dejaba de aullar.
- Pero solo aúllan los perros Mintia… además los fantasmas tienen telas antiguas de cientos de años, una sabana de la cama… me parece muy poco sofisticado para un fantasma, seguro que era una broma que le estaban gastando algunas personas del pueblo.
- No me has dejado terminar mocoso!!
- A ver…
- Dicen que cuando consiguieron subir a lo alto de la torre, en la pared habían unas marcas donde se reflejaban las caras de los niños… y lo peor, es que esas caras, estaban llenas de miedo!!!
- Jajajajajaja!!!
- ¿y ahora porque te ríes?
- Mintia, quien te haya contado esa historia… deja mucho que desear. Para empezar, ¿Por qué no subían a la torre si era su castillo? Hay que saber con que fantasmas se viven, además, ¿no crees que a lo mejor los niños querían irse de casa y se inventaron toda esa historia de cadenas y gritos? Seguro que eran unos papás muy malos y no querían vivir con ellos.
- O a lo mejor querían irse de aventuras.
- Lo que no me has dicho es si aparecieron los niños.
- Ya te he dicho antes que es un misterio.
- Así que los niños consiguieron irse de aventuras!!! Algún día tenemos que irnos juntos en busca de alguna historia para contar después a la familia.
- Siempre y cuando no se convierta en un misterio.
- ¿Por qué?
- Porque entonces desapareceremos y no volveremos a ver a nuestros papás…
- A no… eso no… mejor seguimos inventando historias debajo de la mesa, que acabar como un dibujo en la pared.
- Si, mejor escuchar mi dulce voz que acabar en la pared.
- Por cierto, no me has dicho que es un misterio…
- Ya te lo contaré otro día, anda vamos a buscar a tu perrito, y pongámosle una manta por encima y pintemos en la pared nuestras caras, seguro que a tus papás les da un susto muy grande.
- Sobre todo cuando vean que los únicos colores que tengo en el cuarto, no se van de la pared…

1 comentario

Lorena -

El cuento es una base de lenguaje estructurado (muchas veces mejor que el oral), pensamiento, cultura y puede permitir estimular la memoria. Sin embargo, el hecho más sorprendente es que el cuento, muchas veces, introduce al niño en el mundo de la imaginación y la fantasía: basta observar a un grupo de niños escuchando a un adulto expresivo para saber que ellos están «viendo» lo que escuchan. Los cuentos desarrollan una capacidad imaginativa incipiente que deberá desarrollarse después con actividades expresivas.
Simplemente por esto, doy las gracias a autores como tú que se preocupan de estimular a nuestros alumnos, hijos, sobrinos, nietos, amigos cercanos... dando una oportunidad para que fomenten su creatividad, posibilitando la visión de nuevas posibilidades y dándoles la oportunidad de ser auténticamente libres y críticos.